Su cuerpo mide entre 100 y 120 cm de longitud y su cola de 60 a 90 cm; pesa de 25 a 39 kg. El hocico es muy alargado y cónico. La lengua tiene 60 cm de largo y está recubierta por una substancia adherente para capturar los insectos de los que se alimenta. Carece de dientes. El pelo del tronco, de color castaño o grisáceo, con una V negruzca y líneas blancas, es corto, excepto en el lomo, en el que se observa una crin, que se une con el muy abundante pelambre de la cola, que presenta bandas plateadas y tonos castaños, negros y grisáceos

El oso hormiguero gigante se encuentra en gran variedad de hábitats, en sabanas,pastizales áreas pantanosas,bosques húmedos, bosques secos, siendo más frecuentes en áreas abiertas con abundancia de hormigas y termitas que componen esencialmente su dieta (mirmecofagia).
Parece ser diurno en áreas deshabitadas, en invierno y días lluviosos. En áreas densamente pobladas se torna nocturno. Vive en solitario o por parejas, moviéndose continuamente y recorriendo grandes extensiones con el hocico dirigido hacia el suelo en busca de insectos. A veces galopa para encontrar alimento o huir de los depredadores, a los que, si es el caso, se enfrenta con sus garras. Incluso puede ser un adversario difícil para el jaguar, el cual es su principal predador. Como no tiene buenavista se guía por su olfato que es muy agudo y con él localiza los hormigueros y termiteros y luego los excava Su territorio varía desde 9 hasta 25 km.
El oso hormiguero gigante
Su nombre científico es Myrmecophaga tridactyla y es quizás la especie más conocida en todo el mundo, debido sobre todo a su tamaño y su amplia distribución geográfica, que se extiende desde Centroamérica hasta el norte de Argentina, ocupando hábitats tan diversos como pantanos, bosques y praderas. Pueden medir hasta 2 metros de largo desde la punta del hocico hasta el extremo de la cola y algunos pueden pesar casi 40 kilogramos. Son animales de hábitos diurnos y generalmente solitarios que se unen de forma esporádica en la época reproductiva para el cortejo. Cuando se sienten amenazados, pueden pararse en sus dos patas traseras y emplear sus inmensas garras delanteras para causar graves heridas en su oponente.
El tamandúa del sur
Tamandua tetradactyla habita en América del Sur, desde Venezuela hasta Argentina. A diferencia de la especie anterior, este oso hormiguero es principalmente nocturno y pasa gran parte de su vida en lo alto de los árboles, siendo muy torpe su andar por el suelo del bosque. Tiene ojos muy pequeños y una capacidad de visión muy reducida. Sin embargo, presenta unas grandes orejas muy erectas que indican que la audición es un sentido sumamente importante para este oso hormiguero. Con su lengua de hasta 40 cm de largo extrae grandes cantidades de termitas y hormigas del interior de sus madrigueras. Esta labor es aprovechada por algunos aborígenes amazónicos, quienes los utilizan para librar su hogar
de estos molestos insectos
El tamandúa del norte
Esta especie de oso hormiguero (Tamandua mexicana) se encuentra desde el sureste de México hasta el norte del Perú, donde habita tanto en zonas boscosas como en sabanas áridas. Son excelentes nadadores, por lo que no pocas veces se pueden observar cruzando ríos y lagos. Morfológicamente es muy similar a la especie del sur y en ocasiones solo se pueden diferenciar por los caracteres craneales propios de cada especie. Aunque es una especie mayormente arbórea, se desenvuelve mejor en el suelo que su primo sureño. Para comunicarse con otros de su especie, emplean silbidos y emiten un potente y desagradable olor que producen con una glándula anal que ha hecho que muchas veces las personas se refieran a él como: “la cosa maloliente de la selva”.
El oso hormiguero pigmeo
Posiblemente Cyclopes didactylus sea la especie de oso hormiguero más pequeña y menos conocida de todas. Sus ejemplares adultos no miden más de 40 cm y llegan a pesar solo unos 550 gramos. Estos animalitos sí son exclusivamente arborícolas y casi nunca descienden al suelo. Viven desde el sur de México hasta Bolivia y siempre en sitios con una tupida vegetación donde protegerse de sus depredadores, entre ellos el águila harpía y los búhos, entre otros. Se sabe que pueden comer hasta 8000 hormigas diarias, pero de sus hábitos sociales se conoce muy poco ya que son muy difíciles de encontrar y estudiar en su medio natural.

Myrmecophaga tridactyla es principalmente amenazado por muerte o captura como mascota o trofeo, incendios, destrucción del hábitat. Es perseguido ya que se supone que puede matar los perros de las estancias o de las comunidades rurales. Aunque su carne es muy dura algunos pobladores nativos y campesinos la consumen. Por su extraño aspecto es capturado como presa viva para colecciones y zoológicos privados. La destrucción de su hábitat, su bajo potencial reproductivo y su alta vulnerabilidad ante el hombre, son los factores de riesgo que más sufren.
Las cuatro especies existentes se encuentran en amplias regiones del territorio nacional (tres de ellas en Antioquia), a donde llegaron desde tiempos prehistóricos: el hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla), que es la de mayor tamaño; tamandúa del norte (Tamandua mexicana); tamandúa del sur (Tamandua tetradactyla); y la gran bestia u hormiguero de seda (Cyclopes didactylus).
De hocico alargado, lengua larga y protrusible, gran cola igual o mayor a la longitud cabeza-cuerpo y un peso de 150 gramos a 52 kilos, son animales muy llamativos.
Pertenecen al superorden Xenarthra, en el que figuran además armadillos y perezosos, pero son clasificados en el orden Vermilingua.
Son de los mamíferos más antiguos de Suramérica: surgieron en el Cenozoico, era de expansión de los mamíferos tras la extinción de los dinosaurios.
Pese a su antigüedad y presencia, existen muchos vacíos sobre sus hábitos, sus amenazas y estado de conservación.

La matanza a los osos hormigueros debe terminar, activistas y biólogos están de acuerdo. Luego de un recorrido por la carretera Falcón- Zulia se encontró a otro oso palmero atropellado, con lo que suman 18 ejemplares asesinados por los carros que recorren la transitada vía. En el camino un mapache y un oso melero también sufrieron la misma desgracia. Las especies en peligro de extinción necesita una respuesta por parte de las entidades públicas encargadas de la preservación y conservación de los animales silvestres.
"No solo los osos hormigueros están siendo atropellados, sino también los rabipelaos, burros, chigüires y otros animales que pasan por las carreteras y no tienen control", comentó Roger Pacheco, director ejecutivo de Anima Naturalis. Aconsejó que se deberían estudiar detenidamente las zonas críticas donde se atropellaron a osos palmeros para avisar en las carreteras de su presencia por medio de señalizaciones.

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